Los cuadros de Amalia
Susurro su nombre, el paso cayó… la vida reinicio… tu lluvia paso y mi vida en ti cayo…
Un silbido melancólico, la lluvia de una ciudad tan grande que cada historia puede ser tan pequeña como las manos de la vida en un vientre, entre mil caras se escucha las voces de la muerte, la tragedia, las ambulancias lo anuncian, estoy aquí escuchando su voz temblorosa pronunciando el amor por mí, susurro su nombre y ella hace el fuerzo de reír…
Quiere escuchar la mancipación de mis labios… la vida de mi corazón…
Desásgame de la naturaleza de la muerte… niégate de arrancarlade este tiempo que vivo… no arrobé su sangre, los labios… yacen sus manos es la corona de flores que regale aquellas noches de besos y caricias… lunas de imposible de olvidar… fugas amor…
Nombro tu nombre y el esplendor se expande en el espacio de lágrimas; chocan en tus manos, respirar en las ansias de vida que esperas en nuestro futuro, futuro que nada vale… que nada espera… que nada yace en está alma de la cual se convierte en eterno luto; no hago nada para salvarte, nada vivirá sin ti…
Sin ti, recorriendo mi piel con tu sonrisa y sin las ganasde saber de nada absolutamente nada sin ti…
Lo se, nadie sabrá el amor que tengo por ti, porque he dado tanto de mi…
Aun sigo en el susurro de su nombre, el paso cayó… la vida reinicio… tu lluvia paso y mi vida en ti cayo…
No sé por qué de ti se apropian las alamas del santo, las lágrimas de las vírgenes y no sé por qué las flores de tus pinturas se marchitan, las mujeres lloran y crecen los caudales; mi alma yace en tus cuadros. La vida se fuga en tu herida. Amalia te amo.
Miguel Ángel AstudilloReyes
